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Las aerolíneas se han incorporado desde ayer, 1 de enero, al sistema de comercio de emisiones de la UE, (sistema ETS, por sus siglas en inglés) y estarán obligadas a pagar por sus emisiones de CO2 a pesar de la gran oposición.
Todas las aerolíneas que despeguen o aterricen en los aeropuertos de la UE tienen asignados unos derechos de emisión y podrán superarlos siempre que compren más derechos a otras compañías o adquieran los derechos sobrantes. La UE impondrá topes a las emisiones de los aviones para reforzar la lucha contra el cambio climático y hará pagar a las aerolíneas que superen su cuota.
La industria aérea no europea se ha rebelado contra este comercio de emisiones, como recogió HOSTELTUR noticias de turismo en "Guerra comercial por el impuesto a las emisiones de CO2".
Cálculo de las asignaciones
De acuerdo a lo dispuesto en una Directiva comunitaria, con fecha límite del 30 de junio de este año, las autoridades de los Estados miembros de la Unión Europea enviaron a la Comisión europea el conjunto de datos de toneladas-kilómetro notificados por los operadores.
A partir de esta información, la Comisión, de conformidad con lo dispuesto en la citada Directiva, determinó los valores de referencia que deben usarse para calcular las asignaciones correspondientes a los períodos 2012 y 2013-2020.
Así, la asignación se calcula multiplicando el dato de toneladas-kilómetro transportadas en 2010, aportado por cada operador aéreo en aplicación de su plan de seguimiento, por el valor de referencia o "benchmark" publicado por la Comisión Europea.
Además, los operadores aéreos deberán entregar, a partir de 2013, cada año tantos derechos de emisión como emisiones de CO2 hayan tenido en el año anterior.
Guerra comercial
La aplicación de la directiva de emisiones en el sector de la aviación no ha estado exenta de polémica, ya que las aerolíneas defienden que sólo generan el 2% de las emisiones totales y subrayan el importante peso de la industria en la actividad económica.
Concretamente, el director general y consejero delegado de la IATA, Tony Tyler, aseguró que la aplicación de la directiva Emmision Trading Scheme (ETS) podría costar a las aerolíneas unos 1.200 millones de euros en 2012, una cantidad equivalente a una cuarta parte de los beneficios previstos para la industria.
Tyler aseguró que las aerolíneas no podrán trasladar el coste de la ETS a los billetes de avión debido a la debilidad del mercado en un momento de desaceleración económica.
EEUU deberá pagar
Por otro lado, varias aerolíneas y asociaciones de transportistas aéreos con sede en EEUU y en Canadá interpusieron un recurso de nulidad contra esta norma ante la justicia británica alegando que la UE vulnera una serie de principios de derecho internacional consuetudinario y diversos acuerdos internacionales. Los tribunales de Reino Unido remitieron el caso al Tribunal de la UE.
El TUE dictaminó finalmente que hacer pagar a las aerolíneas estadounidenses por sus emisiones de gases de efecto invernadero no vulnera el derecho internacional porque sólo se hará con los vuelos que despegan o aterrizan en la UE y por tanto no infringe los principios de territorialidad y soberanía de Estados terceros.
La sentencia desestima los recursos presentados por las compañías aéreas de Estados Unidos contra la inclusión de la aviación en el sistema europeo de comercio de emisiones.
El presidente de EEUU Barak Obama se unió a las protestas de los gobiernos ruso y chino contra la tasa, tal y como se explicaba en "Obama en contra de la tasa europea por emisiones de CO2" y en "Aerolíneas chinas y americanas se rebelan contra la Unión Europea".
Artículo publicado en Hosteltur.com el 2 de enero de 2012 |